Desde que nacemos, los seres humanos vivimos rodeados de muchas personas. El primer grupo humano al que pertenecemos es la familia, célula fundamental de la sociedad.
La familia es un grupo de personas unidas por vínculos de parentesco, ya sea consanguíneo, por matrimonio o adopción que viven juntos por un período indefinido de tiempo. Constituye la unidad básica de la sociedad.
En la actualidad, destaca la familia nuclear o conyugal, la cual está integrada por el padre, la madre y los hijos a diferencia de la familia extendida que incluye los abuelos, suegros, tíos, primos, etc.
En este núcleo familiar se satisfacen las necesidades más elementales de las personas, como comer, dormir, alimentarse, etc. Además se prodiga amor, cariño, protección y se prepara a los hijos para la vida adulta, colaborando con su integración en la sociedad.
Las familias son un embrollo increíble y complejo de relaciones entre individuos con diferentes y variantes necesidades. El conflicto es inevitable y puede ser un proceso saludable de crecimiento y de resolución de problemas. Aún y así, también puede ser dañino y provocar sufrimiento indebido a todos los que se ven involucrados en él. Ser capaz de reconocer los tipos de conflicto familiares es el primer paso para avanzar hacia un desarrollo saludable de la familia.
Problemas de comunicación
Determinados estilos de comunicación propician el conflicto y disuaden la resolución del problema. En familias con predisposición para generar conflicto, un miembro de la familia controla el proceso de toma de decisión por completo. Hay un ganador y un perdedor, pero nada de compromiso. Por otro lado, algunas familias tienden a evitar el conflicto. Los desacuerdos son incómodos y estresantes, y los miembros de la familia optan por evitar plantear sus problemas, a menudo dejando que los asuntos se enquisten o manipulando a escondidas la situación. Por su parte, las familias con un estilo de conflicto irracional entablan disputas interminables.


Conflicto entre hermanos
Las peleas entre hermanos son normales, pero a veces se produce una escalada del conflicto hasta un nivel nada saludable. Los hermanos compiten por una fuente importante de la familia: el tiempo y la atención de sus padres. Cuando los niños no tienen la educación que necesitan, los hermanos pueden convertirse en serios enemigos. Sin embargo, las necesidades de cada niño son diferentes, dependiendo de su edad, de su personalidad y de sus necesidades especiales. Estos factores pueden combinarse de maneras desastrosas; por ejemplo, un adolescente independiente puede detestar hacer de canguro de su hermanita, mientras un niño pequeño puede odiar la atención otorgada a su hermana mayor con enfermedades crónicas.


Triangulación
Cuando un niño se ve involucrado en las peleas de sus padres, se produce una triangulación, ya que el niño puede postularse abiertamente a favor de mamá o de papá y culpar al otro como causante de los problemas familiares. En otros casos, algunos niños se involucran ellos mismos de maneras más sutiles, por ejemplo metiéndose en problemas para que sus padres aúnen fuerzas y dejen de pelear.

Problemas de desarrollo infantil
El psiquiatra Erik Erikson describió las etapas del desarrollo infantil que pueden derivar en un conflicto familiar. Los niños pasan por la etapa de "Autonomía versus Vergüenza" entre los dos y los cuatro años. Se dan cuenta que pueden decir "no" y, haciéndolo a menudo con obstinación, tozudería y pataletas, pueden traer a sus padres de cabeza. Los adolescentes en la etapa de "Identidad versus Difusión de la identidad" están justo descubriendo quiénes son, y es habitual que se rebelen, rompan las reglas y reten a sus padres.

POSIBLES SOLUCIONES
La familia en la sociedad tiene importantes tareas, que tienen relación directa con la preservación de la vida humana como su desarrollo y bienestar. Las funciones de la familia son:
Función biológica: se satisface el apetito sexual del hombre y la mujer, además de la reproducción humana.
Función educativa: tempranamente se socializa a los niños en cuanto a hábitos, sentimientos, valores, conductas, etc.
Función económica: se satisfacen las necesidades básicas, como el alimento, techo, salud, ropa.
Función solidaria: se desarrollan afectos que permiten valorar el socorro mutuo y la ayuda al prójimo.
Función protectora: se da seguridad y cuidados a los niños, los inválidos y los ancianos.

OBSERVA :
- 1Identifica el problema. Dile a tu familia cuál es el problema de manera clara y tranquila. Presta atención al tono de tu voz y a las palabras que eliges para expresar tus sentimientos.
- 2Discutan el problema. Todas las personas involucradas deben participar en la conversación.
- 4Tomen un descanso. Si la discusión se acalora y comienza a derivar en una pelea, aléjense para enfriarse y para que todos puedan volver a la discusión con mentes abiertas y calmadas.
- 5Encuentren una solución. Decidan colectivamente y pónganse de acuerdo en cuál es la mejor solución para el problema.
- 6Apliquen la solución. Simplemente crearla no resuelve el conflicto. Tienen que actuar de acuerdo a la solución para que el conflicto se solucione.
3 Escuchen con la mente abierta. Esto les ayudará a entender la situación completa.
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